El punto bajo o medio es el más usado para hacer amigurumis y para crear prendas a crochet. Tiene mayor altura que el punto raso y, por ello, obtienes una textura diferente. Con este punto ya puedes hacer patrones simples de gorros, bufandas, tops, jerséis… lo que se te ocurra. Y recuerda que el crochet necesita mucha paciencia y practicar mucho.